Espigas. Peligro.
Estamos en plena época de espigas. No hay día en el que no atendamos varios casos de perritos afectados por ellas, y el campo y los parques pueden suponer riesgo para nuestros perros.
Por su diseño, son muy peligrosas. Tienen punta afilada, forma de arpón y apertura en forma de paraguas, que las confiere características perfectas para pegarse al pelo, clavarse en la piel de los perros durante y después del paseo, y continuar abriéndose paso produciéndoles importantes daños.
Suelen meterse entre los dedos, clavándose y alojándose debajo de la piel, produciendo así fístulas que hacen que el perro se lama insistentemente. También se meten en los oídos, lo que provoca que el perro sacude la cabeza. Se introducen en la nariz, produciendo estornudos y, a veces, sangrado nasal; en los ojos, normalmente debajo de los párpados, causando mucho dolor. Pero también se clavan en las zonas perianal, vulvar y peneana, e incluso atraviesan directamente la piel en axilas y tronco.
Por este motivo es importante evitar pasear por zonas con muchas espigas y hacer revisión del perro después de los paseos, para quitar las espigas que se han quedado adheridas y evitar así que se claven y den problemas. ¡Cuidado con las zona más secas!
Si sospechas que tu perro puede estar teniendo problemas a causa de las espigas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.